ARTE BIZANTINO

Santa Sofía

Iglesia de la "divina sabiduría". Fue el centro espiritual del Imperio bizantino. Antes del inicio de los actos litúrgicos, la multitud se congregaba en el atrio de la iglesia para esperar la llegada del patriarca. El emperador, que ya había llegado ceremomiosamente con anterioridad, acompañado por dignatarios de la corte y una guardia de honor, se sentaba en el nartex exterior. En este lugar se encontraban ambas dignidades, y, precedidos por un diácono portador del evangelio, y seguidos por el clero y el cortejo imperial, entrarían en la nave vaca y la atravesarían. El patriarca entraría en primer lugar y ocuparía su lugar en el trono situado contra el muro del ábside. El emperador, presentaba una ofrenda de oro al altar y se retiraba a su propio trono en el flanco sur y que situaba el centro del universo. La liturgia que allí se desarrollaba influyó decisivamente en las formas. Las naves y las tribunas -en un lado hombres y en otro mujeres- se reservaban para el público. Bajo la gran cúpula y en el presbiterio se desarrollaba la misa, con masiva participación del clero y la jerarquía eclesiástica y la corte y el emperador, en ella, a lo largo de la ceremonia tenían lugar diversas procesiones, en alguna de las cuales coincidan el séquito imperial y el del patriarca. su encuentro bajo la cúpula de Santa Sofía se convierte en símbolo de su unión.